Le vi pasar y una corriente de aire atravesó mi piel, fue como si hubiese entrado en otra dimensión, su mirada perdida buscaba sin querer la mía, le mire, y remire; sus ojos hurgando en los míos las repuestas que una boca no es capaz de pronunciar, mi voz quebradiza, el susto en la panza y las palabras, esas mismas que no fluían se quedaban atragantadas entre pecho, lengua y boca...
Le vi, y se le escapo una sonrisa, esa risa suya que invita a ser correspondida... que atrapa, que llama, que seduce, que engrandece y enriquece...
Le vi, nos vimos, nos regalamos los mejores besos, le toque con los ojos y le mire con el alma...ESA QUE NUNCA MUERE.
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