martes, 1 de marzo de 2011

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Últimamente he estado detestando la palabra "paciencia", no sé si es porque mi gente pide que la aplique, tenga y mantenga o es simplemente porque se ha "pirado", si se ha ido coño; le he visto perderse entre mis manos, entre lágrimas y pataleos.

He entrado en una etapa "difícil" de la terapia, ya no son solo los pases de corriente, magneto, calor, láser, ultrasonido y ultravioleta, desde la semana pasada he avanzado al gym, en donde me realizan una serie de ejercicios que van aumentando la intensidad  para lograr la elasticidad del músculo, que por cierto no ha cedido mucho.
Pues bien desde ayer esos ejercicios se han transformado en una serie de terror, donde temes, te quieres esconder, no quieres avanzar, tiemblas de miedo, lloras y gritas.

Qué ladilla quejarme tanto, no ser tan fuerte como pensé, llorar como niñita mocosa, espantar a todo el centro de rehabilitación con mis alaridos, llanto y groserías espontáneas.
Qué ladilla vomitar por ¿cobarde?
Qué ladilla sentir que se te apagan las fuerzas.

Paciencia, paciencia coño,¿ Dónde se compra esa vaina cuando se acaba?

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